Familia: Malvaceae

Árbol semiperenne

Origen: Australia.

Porte y altura: puede alcanzar los 12 m de altura. Tiene el tronco recto, cilíndrico o bulboso y la copa es densa, entre redondeada y piramidal.

Hojas: medianas, de 6 a 12 cm, alternas, con un pecíolo largo, de color verde oscuro brillante en la parte superior y más pálido por el envés, de ápice acuminado y con formas variadas incluso en un mismo árbol: ovado-lanceoladas, cordiformes u ocasionalmente romboides, a veces con tres o incluso cinco lóbulos.

Flores: inflorescencia en panículas axilares conformadas por flores unisexuales, pequeñas, acampanadas, de color verde claro o crema en el exterior y verde claro con puntos rojos dispuestos en mayor o menor cantidad en el interior. Las flores femeninas poseen un ovario pubescente y las masculinas, alrededor de veinte estambres. Florecen en primavera

Fruto: folículo elíptico-oval (de hasta 7 cm de longitud) y glabro. Cada fruto contiene entre 4 y 20 semillas de color amarillo intenso, pubescentes.

Otros datos: su corteza es lisa y de color castaño verdoso, que se fisura verticalmente con el paso de los años. Pierde algunas hojas al llegar el tiempo frío en función de la intensidad. Los pelillos que recubren las semillas son irritantes al tacto.

Utilidades y curiosidades: especie empleada exclusivamente como árbol ornamental en España. Es habitual usarla en plantaciones lineales o de forma aislada. Es un árbol que proporciona sombra, por ello suele plantarse en aceras, caminos o senderos. El pueblo aborigen en Australia aprovechaba las semillas después de tostarlas para comerlas, las hojas como alimento para el ganado y la madera para fabricar escudos y otros utensilios.

Necesidades y cultivo: árbol de rápido crecimiento, tolera muchos tipos de suelos, siempre que el drenaje sea bueno, y también la sequía y el frío, si este no es muy intenso. Prefiere exposiciones soleadas o de media sombra.