Árbol del amor, árbol de Judas (gal. árbore do amor)
Cercis siliquastum L.
Familia: Leguminoseae
Árbol caducifolio
Origen: región mediterránea oriental.
Porte y altura: puede alcanzar los 8 m de altura; su tronco es retorcido y su copa, irregular y globosa, con el ramaje tortuoso.
Hojas: caducas, simples, alternas, pecioladas, con forma entre redondeada y cordiforme, y con el ápice redondeado; de color verde por la parte superior y blanquecinas por el envés.
Flores: de color rosa-púrpura (blanco en el caso del cultivar ‘Alba’), pequeñas, dispuestas en racimos de 3 a 6 flores. Florecen a finales del invierno o a comienzos de la primavera.
Fruto: vainas alargadas y muy comprimidas o aplanadas, de color marrón rojizo, no muy largas, de hasta 10 cm. Maduran en otoño y se mantienen durante mucho tiempo en el árbol.
Otros datos: su corteza es lisa y agrisada al principio, y oscurece y se vuelve rugosa y agrietada longitudinalmente con los años.
Utilidades y curiosidades: su madera es poco resistente, se tuerce y se dobla con mucha facilidad, por lo que su uso principal es ornamental. Se emplea en alineaciones y como ejemplar aislado; no necesita mucho espacio porque su copa no es muy amplia. Destaca su floración abundante y vistosa, que tiene lugar antes de aparecer las hojas, singulares por su forma de corazón. Sus flores son comestibles.
Necesidades y cultivo: crece bien en suelos ácidos o alcalinos, y resiste la sequía y el frío. Es necesaria la poda si se quiere obtener una buena floración. Tiene tendencia a crecer de forma arbustiva y generar mucha rama baja; para obtener un árbol con tronco recto, es necesario hacer una buena poda de formación desde bien joven.